domingo, 1 de junio de 2014

Mundo ajeno.

Encerrado en una de sus jaulas, sirviendo de espectáculo. Odiando sus sonrisas, canciones y delirios.
Expuesto.
Encadenado a sus problemas,
que no son los míos.
Juzgado en sus pupilas, seguro que culpable,
quizá como payaso.
Reído entre sus dientes,
seguro que ignorado.

Salvaje inadaptado.

φοβος·

Grito en mazmorras plagadas de terror que han olvidado la palabra Corazón.

Y siento que sus hierros
me atraviesan
la piel al rojo vivo,
                  quemando 
entre fétidos silbidos
los recuerdos,
                       lo vivido.

>silencio

Cuadrado irregular,
círculo imperfecto,
nota discordante,
meridiano recto.

Mendigo sin hogar,
monarca sin su reino,
voces en el aire,
colores en mis sueños.

Y aunque truene en el estómago
y diluvie en mis pupilas,
y aunque sienta en pesadillas
como se escapa la vida.
Seguiré jugando al juego,
apostando en mi saliva,
seguiré corriendo ciego,
por las sendas ya perdidas.

Condenado
                 por todo y por nada.
Resignado
                 solo
                         y en calma.

Rembrandt