Canta el aire enamorado
del zumbar de las abejas,
de la vida que se mueve
sobre las verdes cabezas.
Trina el bosque cuando acaba
aquel triste y frío letargo,
impuesto por el Invierno
y su helado y blanco abrazo.
¡Llegó el tiempo de la risa
y correr por las praderas!
Pues sin llamar a la puerta
¡Ya está aquí la Primavera!